Las Hadas del Bosque de la Media Luna

En un rincón escondido del mundo, más allá de las montañas y los mares, se encontraba el Bosque de la Media Luna, un lugar donde la magia florecía en cada hoja y estrella. Allí vivían cuatro hadas únicas, cada una con un propósito especial y un poder mágico que iluminaba la vida de quienes las encontraban.

Una noche, bajo el resplandor de una gran luna brillante, las hadas se reunieron en el centro del bosque, donde una media luna dorada flotaba suspendida en el aire. El bosque estaba inquieto: una antigua profecía anunciaba que un viajero perdido llegaría buscando ayuda, y ellas serían las encargadas de guiarlo.

Primero habló Roja, el Hada del Amor, cuyos ojos brillaban como rubíes. “Cuando llegue el viajero, yo le daré la fuerza de amar y confiar, para que nunca más se sienta solo.” Roja alzó su varita y el bosque se llenó de una calidez reconfortante.

Luego, Amarilla, el Hada de la Alegría, soltó una risita mientras revoloteaba entre las estrellas. “Yo le mostraré cómo encontrar felicidad incluso en los días más oscuros. ¡Nada vence a una buena risa!” Con un giro de su mano, un millón de luciérnagas iluminó el bosque.

Verde, el Hada de la Esperanza, sonrió con serenidad. “Le mostraré que cada día es un nuevo comienzo y que nunca debe rendirse.” Al hablar, brotaron flores nuevas a su alrededor, perfumando el aire con frescura.

Por último, Celeste, el Hada de la Paz, se acercó con movimientos suaves y dijo: “Yo traeré calma a su corazón, para que pueda escuchar su verdadera voz interior.” Con un gesto de sus manos, el viento dejó de soplar, y el bosque entero se llenó de una quietud reparadora.

Finalmente, el viajero llegó al bosque, cansado y confundido. Las hadas lo recibieron con una sonrisa, pero antes de ofrecerle su ayuda, le dijeron:
“Para recibir nuestra magia, debes resolver esta adivinanza:

Siempre estoy presente, pero nunca puedo ser tocado. Cambio constantemente, pero nadie puede detenerme. ¿Qué soy?”

El viajero reflexionó un momento, y entonces, con una chispa en los ojos, respondió: “¡El tiempo!”.

Las hadas aplaudieron felices. “Has demostrado sabiduría y valor”, dijo Verde. Y juntas, infundieron al viajero con amor, alegría, esperanza y paz, devolviéndole la fuerza para seguir adelante.

Desde entonces, las hadas siguen habitando el Bosque de la Media Luna, listas para ayudar a cualquiera que se acerque con el corazón abierto. Y cuando una de sus muñecas llega a manos de alguien especial, un poco de su magia viaja con ellas, transformando vidas con amor, risas, nuevos comienzos y serenidad.

Hada Roja: Amor
Precio: S/.100

Hada Amarilla: Alegría
Precio: S/.100

Hada Verde: Esperanza
Precio: S/.100

Hada Celeste: Paz
Precio: S/.100

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