En un pequeño bosque costero, lleno de pinos y aroma a sal, vivía Erizita, una eriza terrestre muy especial. A pesar de sus púas, Erizita era toda una anfitriona.
Le encantaba recibir visitas y, más aún, salir de su bosque para ir a la playa en busca de pequeñas almejas que recogía con delicadeza. El sonido del mar la relajaba tanto que cada día, sin falta, hacía el viaje desde su madriguera hasta la orilla para disfrutar de su melodía.
Le encantaba recibir visitas y, más aún, salir de su bosque para ir a la playa en busca de pequeñas almejas que recogía con delicadeza. El sonido del mar la relajaba tanto que cada día, sin falta, hacía el viaje desde su madriguera hasta la orilla para disfrutar de su melodía.
Erizita era tímida, pero con cada encuentro, su confianza crecía, como las olas que besan la arena. Su afición más curiosa era coleccionar sombrillas; tenía de todos los colores y tamaños, cada una con una historia que contar.
Un día, mientras paseaba por la playa, encontró una sombrilla dorada, tan brillante como el sol. No entendía de dónde había salido, pero decidió llevársela a casa. Esa noche, la colocó en su colección y, al hacerlo, la sombrilla comenzó a brillar aún más, iluminando la habitación con una luz suave y cálida.
De repente, una voz suave y melodiosa surgió de la sombrilla:
«Mi dueña, Erizita, te doy una adivinanza: Soy tímida y púas tengo, pero el mar me hace feliz. Desde el bosque hasta la playa, con almejas juego, y sombrillas colecciono. ¿Quién soy, amiga mía, que tanto me gusta el sol?»
Erizita, sorprendida, respondió con una sonrisa:
«¡Esa soy yo, Erizita, la eriza del bosque!»
La sombrilla entonces se abrió, revelando un portal hacia un mundo de aventuras. «Ven, Erizita, te llevaré a lugares donde el mar canta melodías nuevas y donde encontrarás a tu nueva amiga. Estás lista para viajar desde el bosque hasta las playas del mundo, donde cada ola te contará una nueva historia y cada almeja será un tesoro de tu viaje.»
Así, Erizita, con su corazón aventurero, cruzó el portal con la sombrilla en mano, lista para explorar, conocer a su nueva amiga y expandir su colección de sombrillas en las playas más hermosas del mundo.
Erizita y su nueva amiga pasaron días recolectando almejas, escuchando el mar y añadiendo sombrillas únicas a su colección, demostrando que incluso una eriza terrestre puede embarcarse en las aventuras más grandes cuando está lista para viajar.
Precio: S/.150
Stock: 1