Una tarde soleada, Alicia paseaba por el bosque cuando encontró un pequeño conejo blanco con un reloj enorme. «¡Es tarde, es tarde!», exclamó el Conejo Blanco, saltando de un lado a otro. Sin pensarlo, Alicia decidió seguirlo y, para su sorpresa, cayó por un túnel que la llevó a un mundo lleno de maravillas.

Allí conoció al Sombrerero, un personaje excéntrico que la invitó a una divertida fiesta de té. Entre risas y juegos, apareció el gato Cheshire, flotando entre los árboles, con su famosa sonrisa que iluminaba el bosque. «¿Cómo planeas volver a casa, Alicia?» preguntó el gato, mientras desaparecía y dejaba solo su sonrisa flotante.

«Quizás el Conejo Blanco tenga la respuesta», pensó Alicia. Juntos, sus nuevos amigos y ella recorrieron el País de las Maravillas, enfrentando acertijos y desafíos, hasta que finalmente encontraron la salida. Pero antes de irse, Alicia dejó una pregunta para todos los curiosos que quisieran vivir su aventura:

🌀 Adivinanza:
Tengo orejas grandes y siempre llevo un reloj,
si me sigues, la aventura empieza. ¿Quién soy?

(Respuesta: El Conejo Blanco 😊)